Amy Holland posee una de esas voces dulces y sinceras que te estremecen en cada canción. Esta maravilla tocada al piano, multiplicó su capacidad para emocionar al integrarse en el epílogo de Teen Wolf (1985). Creo que pocas veces he visto un final tan perfecto en relación a la combinación de momentos visuales y la melodía que suena de fondo. Siempre que veía la película y llegaba ese final, al desaparecer los títulos de crédito, me quedaba con un nudo en el estómago. Si Teen Wolf es tan grande, parte importante se lo debe a esta creación musical. La pena es que casi siempre cortaban ese final para pasar de manera rápida a publicidad, algo que me irritaba profundamente. No fue hasta muchos años después cuando pude disfrutar al completo de esta especie de nana, de esta extraordinaria composición que incluso hoy en día, ya retirado del baloncesto en activo, me pongo de vez en cuando para rememorar esos momentos en los que los sueños se hacen realidad.12. SHOOTING FOR THE MOON (1985)
AMY HOLLAND